“ESCUELA DE GUITARREROS DE MADRID IX”
Como ya os comentábamos en el artículo
anterior, vamos a seguir conociendo a los Grandes Guitarreros de la Escuela de
Madrid, en este nuevo artículo de investigación retomamos el anterior y
seguimos conociendo a los componentes de la Familia de la Escuela de
Guitarreros José Ramírez, con lo que si os parece, vamos a conocer a dos grandes
guitarreros que dieron mucho a la guitarra.
José Simón Ramírez de Galarreta y Pernias.
(José
Ramírez II. 1885 - 1957)
En el año 1885 nació José Simón Ramírez de Galarreta y Pernias. Creció en
el taller de su padre, y aprendió el oficio no sólo de él, sino también de
oficiales de la talla de su tío Manuel, y de Enrique García y Julián Gómez.
Además de guitarrero era guitarrista, por lo que cuando tenía 20 años le
contrataron para hacer una gira de dos años por Sudamérica.
Le costó mucho convencer a su padre para que le diera permiso para aceptar el contrato, pero finalmente lo consiguió, dado que dos años no era demasiado tiempo. Sin embargo, la gira se fue prolongando, y los dos años se convirtieron en casi 20, ya que una vez que el grupo con el que viajó se había disuelto, José se quedó en Buenos Aires. Allí conoció a Blanca, que más tarde sería su mujer, quien como él había viajado a Argentina con su familia desde España, y tuvieron dos hijos, José y Alfredo.
Le costó mucho convencer a su padre para que le diera permiso para aceptar el contrato, pero finalmente lo consiguió, dado que dos años no era demasiado tiempo. Sin embargo, la gira se fue prolongando, y los dos años se convirtieron en casi 20, ya que una vez que el grupo con el que viajó se había disuelto, José se quedó en Buenos Aires. Allí conoció a Blanca, que más tarde sería su mujer, quien como él había viajado a Argentina con su familia desde España, y tuvieron dos hijos, José y Alfredo.
En1923 recibió la noticia de la muerte de su padre, y decidió regresar a
Madrid con su familia. Dos años más tarde se hizo cargo de la Guitarrería de la
Calle Concepción Jerónima. En aquellos momentos la tienda, que estaba en la
planta baja, estaba atendida por Jesús Martínez, mientras que en el taller que
se encontraba en el piso de arriba trabajaban Alfonso Benito y Antonio Gómez
como oficiales, Marcelo Barbero, aun como aprendiz, y Manuel Rodríguez de
sobrenombre “Marequi” que era barnizador y no guitarrero, como
más tarde si lo sería su hijo, también llamado Manuel Rodríguez, que entro como
aprendiz en el taller muchos años después, terminada la guerra.
José Ramírez II fue también un maestro reconocido por su obra, y en el año
1923 se presento en la Exposición
Iberoamericana de Sevilla y obtuvo la Medalla
de Oro. Por desgracia, en el
año 36, a los muchos males que trajo consigo la Guerra Civil Española, se sumó
la dificultad de conseguir materiales y maderas para la construcción de
guitarras, situación que se mantuvo durante mucho tiempo después, dificultando
con ello su labor considerablemente. Aquella escasez fue la causa principal de
sus discusiones con su hijo José cuando este alcanzo el nivel de oficial y
empezó a hacer experimentos.
José
Ramírez Martínez
(José
Ramírez III. 1922 - 1995)
En el mes de Mayo de 1922 nació José Ramírez Martínez. Empezó a trabajar en
el taller de su padre a los 18 años, y aunque no gozo de ningún privilegio, muy
pronto fue admitido como oficial, y no tardo en empezar a hacer experimentos
para seguir desarrollando la guitarra como instrumento de concierto.
Debido a la falta de material, sus investigaciones resultaban poco
rentables, de modo que padre e hijo discutían constantemente, ya que el padre
vendía los experimentos del hijo sin que este pudiera tener, por tanto, un
seguimiento claro de su trabajo, como le hubiera gustado. En 1954 falleció su
hermano Alfredo, que realizaba la labor administrativa y que era su mejor
aliado, puesto que estaba convencido de que con su labor de investigación José
lograría su objetivo.
Sus muchas indagaciones dieron frutos interesantes, como lo fue el
descubrimiento del Cedro Rojo para la tapa armónica en el año 65, que mas tarde
fue adoptado por prácticamente todos los constructores de guitarras del mundo,
aunque al principio fue muy criticado por salirse de lo tradicional.
También probó con diferentes barnices, ya que por aquella época las guitarras
todavía se barnizaban con gomalaca, como los muebles, a falta de un barniz más
consistente y más rico que no solo protegiera la madera sino que favoreciera el
sonido del instrumento. Finalmente consiguió que el propietario de un
laboratorio, que simpatizo con sus inquietudes, elaborara para él un barniz a
base de urea que dio un excelente resultado.
También hizo varias pruebas con la longitud de la cuerda, llegando al
tiro, que dio el mejor resultado en
cuando a la proyección del sonido, sin que por ello resultara demasiado largo,
que es el que aún hoy utilizamos de 664 mm. No obstante, había también una
demanda de un tiro más corto, que le obligo a diseñar además de una guitarra de
un tiro más corto, de 650 mm. Esto sucedió en el año 1986, por lo que aquel
modelo se denomino C86, refiriéndose al año de su creación. Posteriormente su
hijo José Enrique modifico el diseño, manteniendo la longitud de cuerda de 650
mm, cambiando también el nombre del modelo.
En el año 1983 diseño la Guitarra
de Cámara, con la intención de eliminar las notas “Lobo”, y que dio unos resultados bastante positivos, entre
otras cosas por la limpieza y claridad de su sonido, que hacen de esta guitarra
un buen instrumento para las grabaciones de estudio. De entre sus experimentos
e indagaciones es referencia obligada dedicar un espacio a la guitarra de 10
cuerdas, diseñada por él a principios de los 60. Primero hizo unas pruebas
basadas en la Viola d”Amore, pero al no obtener resultados satisfactorios busco
la colaboración de Narciso Yepes que le fue de mucha ayuda para desarrollar
dicho instrumento.
Queremos dar las gracias a la Familia Ramírez,
por toda la información aportada para la elaboración de éste artículo.
Por Ángel Hernández Sevilla.
Fundación Guitarra Flamenca
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