“Leyendo al sonido”
Los paradigmas del sonido flamenco
- Ingeniería y psicoanálisis
Algo de lo que nos ha enseñado el psicoanálisis es
principalmente acerca del fetiche. Anteriormente
Marx había empezado este concepto cuando hablaba de que el capitalismo produce
esto: un objeto de alto valor, de gran plus valía a objetos que son muy
deseados. Lo que provoca y evoca el fetiche es al deseo contenido en un objeto.
¿Cómo esto se relaciona a la música? En especial con
la guitarra. ¿No nos han mostrado las grandes marcas de guitarras eléctricas,
los violines Stradivarius, las guitarras firmadas por grandes figuras ideales
precios extra-orbitantes? ¿No nos otorgan estos una gran producción de fetiches
(no tanto perversos si no culturales)? Al fetichista no le importa si el
calcetín, el cuero, el tacón, etc. están sucios rotos, usados o no. Lo que le
importa es sólo la posesión del mismo para llegar a un goce. He de allí que coleccionistas
gastan millones en un violín que no solamente produce un sonido único si no que
al costar tanto produce un placer único, el placer del fetiche, de tener algo
que solo él pueda gozar, de poseer algo que los demás no tienen, o bien, algo
de igual manera, poseer algo que los demás cree que quieren. ¿Qué le hace
pensar al coleccionista que el sonido de ese violín costoso es el ideal? ¿Cómo
debe de sonar un violín? La respuesta está en el ideal, un ideal que hemos
aprendido del deseo del Otro.
Es aquí donde nace la interrogante ¿Cómo sabemos que
una guitarra es la ideal? ¿Cómo sabemos que un sonido es el ideal? Realmente no
lo sabemos.
Imitamos, incorporamos, adjuntamos, adoptamos
ideales. Ideales de ser e ideales de tener. Lo que nos proporciona la cultura
es precisamente un Ideal al cual debemos acatar. Freud (1922) lo llamaba, el
ideal del Yo.
Veámoslo en los niños. Cuando el nace no sabe qué es
bueno y qué es malo. Los padres y cuidadores se lo enseñan. La cultura le irá
enseñando que se debe de hacer y que no, qué debe de tener y qué no, qué es
valioso y qué no. La cultura fetichiza los objetos.
Lo mismo pasa con el músico. Nace como músico y su
padre (el maestro) lo irá a-culturalizando en la
música (cultura). De allí le enseñará qué si es bueno, qué no, qué tipo de composición
debe de hacer, qué sonido debe de producir, qué sonido debe de producir su
instrumento. El sonido del maestro, del Ideal, es el sonido que deberá y
persistirá. No solamente el maestro de clases particulares, si no su ideal, su
referente cultural.
¿Cuál es el sonido del flamenco?
¿Por qué tomar al flamenco y no a la otra música?
Pareciera que actualmente aunque se produzca música con sazón a la época
clásica, es difícil que sea lo mismo, puesto que el compositor vive en la
modernidad y por más conocimientos de armonía que padezca es difícil que este
componga por la deficiencia de elementos culturales a los cuales ya no se
encuentra expuesto como lo haría alguien de la época clásica.
Algo pasa con El Flamenco,
de una tradición de 300 años a la actualidad. Pareciese que este cumple
perfectamente con las características de una tradición, pasada de generación a
generación, de ser un aspecto cultura local de las zonas de Andalucía a un
aspecto mundial. Ya hay alemanes, mexicanos, franceses, canadienses, etc.
tocando flamenco, tocando algo del flamenco. Honestamente creo difícil que los
que no crecimos en un núcleo gitano entendamos la totalidad del Ideal flamenco,
sus sonidos, sus compases.
Ocurre algo interesante con las tradiciones, estas
se desgastan, y en algún punto sucumben y transmutan de la original, tal como
en la mutación de un virus. Solo que anteriormente
cuando no había recursos de audio y video, la experiencia de la a-culturalización del flamenco se debía a mera
tradición oral. Lo que pasaba era algo interesante, ocurría el fenómeno, el del
teléfono descompuesto. Debido a la naturaleza de la tradición oral, lo puro del
flamenco se ha ido destilando hasta la convergencia con la modernidad, por lo
tanto el sonido ha cambiado, pero los Ideales persisten.
Lo mismo nos pasa a los luthiers, es difícil
entender la construcción original de la guitarra flamenca,
puesto que no estuvimos allí, y lo que sabemos es producto de una tradición que
ahora está alejada de la original. Lo interesante es qué tenemos que hacer para
que lo que hagamos suene a flamenco.
Del taller al psicoanálisis
La frase que dice “de la vista
nace el amor” pareciese verdadera.
Psicoanálisis y psicología no es lo mismo, los psicoanalistas
nos dedicamos a fenómenos del inconsciente, los psicólogos aspecto meramente
conductuales y consciente, para generalizar y entender lo siguiente.
La in-conciencia afecta las representaciones del
mundo “real”. Diría que de acuerdo al deseo que tenga el sujeto sobre el objeto
(en este caso la guitarra) afectará las
percepciones que tenga sobre ella, algo parecido al amor, cuando amamos a
alguien lo (a) vemos apuesto(a) pero cuando terminamos la relación opinamos
algunas veces lo contrario.
Pareciera entonces que no existe guitarra perfecta
si no la que en la historia del sujeto refiriera un Ideal.
Yo como guitarrista que también soy, pareciera que
una guitarra que utilizó por ejemplo la Leyenda de Paco de Lucia, no pudiese
tener equiparación para algunos del sonido (quitando los efectos ecualizados
editados de los videos) ya que pocos han
podido tocarla y verificarlo.
Han existido experimentos de la psicología con lo
que vendría siendo el sentido del gusto. Tapándole a los sujetos de prueba los
ojos esto bajo una influencia y convicción del operador le van a decir que por
ejemplo, un platillo es altamente picoso o salado, estas instrucciones previas
hacen que los sabores sean exaltados, inclusive manipulados para resaltar o
inhibirlos.
Pasaría lo mismo con una guitarra por ejemplo al ser
fetichada o bien altamente deseada por que un
referente Ideal la consume o bien un artesano hace exclusivamente a un artista,
no quiere decir que este mal, solo que esto afecta a la percepción haciéndola
más subjetiva en sí, pero… ¿Cuál es el verdadero sonido flamenco de una
guitarra que la diferencia de una clásica?
-La
verdad como guitarrista, luthier, y psicoanalista que soy, quitándole las
cuestiones estructurales de la construcción, la diferencia se resume meramente
a la percepción, a las necesidades de cada ejecutante.
He tenido clientes guitarristas que son en apariencia concertistas de flamenco
y sin darse cuenta les gusta el sonido de un bracing que está diseñado para una
guitarra clásica, y en verdad llegan a sonar muy brillantes.
Quizá esto se debe a que el sonido del flamenco está
cambiando y que sólo los gitanos que han crecido en un núcleo familiar
direccionado en el flamenco, pudieran identificar un sonido más cultural del
flamenco (en guitarras) que los foráneos apropiamos, y aun así se escaparían
cuestiones subjetivas a la apreciación del mismo. Pero queramos o no, al ser
este patrimonio de la humanidad pasará con el tiempo a ser precisamente
universal y al ser universal el sonido que esté irá incorporando será más
global, pasará a multi-culturalizarse. Al final de todo esto el flamenco
pareciese incluso que se siente has en la piel independientemente de la
guitarra que se traiga, pero hablaremos entonces de lo que las nuevas
generaciones buscan en las guitarras y cómo la ingeniería nos permite
comprender cómo producir reacciones físicas inclusive químicas en la madera y
otorgarnos ciertas constantes en el sonido, pasaremos del mundo de las
percepciones manipulables a las constantes un poco “más objetivas”.
Algo que si me gustaría resaltar es la habilidad
manual-artesanal de un luthier que nos separan de las máquinas, poniendo en
cuestión que las mismas produzcan un arte, una artesanía. Pudiese decir que lo
que producen las manufactureras son productos y no meramente artesanías. ¿Por
qué artesanías? Bien porque se llevan un fragmento del constructor y este puso
afectos en su creación tal como un artista con el pincel.
En filosofía existen muchas maneras en que se genera
el conocimiento, inclusive lo clasifican. Doxa
es un conocimiento básico incorporado desde la cotidianidad sin preguntarse,
opinión o saber superficial, un conocimiento fenoménico y, en consecuencia,
según él, engañoso. La doxa comprendería dos
grados: eikasia (εἰκασία) y pistis (πίστις), es decir, imaginación y fe o
creencia. Muchos lauderos siguiendo la tradición incorporan un cierto doxa a su hacer, pero no tiene nada de malo es
precisamente la intención de la tradición, no preguntar si no producir lo que
las anteriores tradiciones dijeron o indicaron cómo y qué hace, pero esto en
algún punto álgido sucumbe. En cambio hay pocos que se atreven a salir de este Doxa.
En las universidades de Estados Unidos, han metido
algunas guitarras clásicas y de cuerdas de metal tipo texana a una cámara de láser
que reflejaban en segmentos las frecuencias de vibración de la tapa armónica.
Esto les indicaba ciertas constancias y las tendencias en las cuales el sonido
se concentra. Hausser y Torres lo hacían de una
manera más rupestre, ponían el nudillo de su dedo medio sobre ciertas zonas de
la tapa y lograban identificar las tendencias del sonido, la cosa aquí es que
no eran exactas, y bien no los culpo estaban en una época sin computadoras.
Según la identificación de las afinaciones que
tenemos 440hz y otras, se producen cierta longitud y amplitud de onda que
desgraciadamente no percibe nuestro oído, pero de eso realmente no nos preocupa
si no de lo que se desperdicia dinámicamente. La cuerda estirada a una
determinada cantidad de presión utiliza una fuerza mecánica que se transforma
en sonido de la cual por alguna cosa, se desperdicia alguna parte. De las ondas
que produce una guitarra se desperdician aproximadamente 40% de las frecuencias
por que las abanicos (bracings) no
logran que la tapa vibre lo adecuado para producir sonidos, lo que se
traduciría a un conocimiento Doxa –no suena
fuerte- o –esta guitarra no tiene volumen.
Pareciese que el lenguaje que se utiliza o incluso
usan los guitarristas para definir qué es lo que buscan de una guitarra como
–profundidad, volumen, potencia, matiz, dulzura, timbre, resorteao, brillante,
etc. Es como si describieran un alimento o bien un objeto físico, la verdad es
muy difícil encontrar un lenguaje que describa el sonido. Pareciese que la
física nos daría un tipo de respuesta ante esto.
Lo que pretenden las ciencias exactas es sacar
constantes (como la gravedad) para en base esto comprender los fenómenos,
comprender el mundo. La cosa es simple, la madera no es constante, la madera
fue un ser vivo único e inigualable, por lo tanto es difícil sacar una
constante. Pero ¿qué nos ha enseñado la física en la lauderia? Dos cosas: la balística y la acústica.
La acústica nos enseña las propiedades del sonido.
La balística nos enseña la trayectoria de un objeto, ¿Cuál es nuestro objeto?
El aíre.
Considero que lo que nos pide el nuevo guitarrista
es una guitarra de sonido más potente, que en un auditorio retumbe su sonido.
¿No se han preguntado por qué un violín al ser un
instrumento más pequeño suena más fuerte que la guitarra? Porque su forma aprovecha más el sonido y
logra que se produzcan vibraciones que capta nuestro oído.
Según especialistas lo que captamos son entre 20hz
hasta 20,000hz. El sonido a simple trato se puede medir en frecuencia,
longitud, intensidad, duración. Inclusive la longitud y frecuencia ya no son concebidas
en un plano 2D si no en un 3D que nos ayuda a comprender el comportamiento del
sonido ya que la tapa armónica inclusive se mueve en 3
dimensiones.
Imaginemos esto como una reacción química. Lo que
produce una acorde en armonía, por decir un acorde de Do mayor, sus
combinaciones (elementos) con otras notas como Mi-Do-Sol, lo que permite que se
escuche (dure en una superficie) es que la tapa armónica, posibilita a través
del abanico (bracing) que esas frecuencias, longitud, amplitud, etc, de onda se produzcan y vibren por toda la tapa. Si la
tapa no vibrara 262.8Hz (que es la de un Do), no duraría la nota (en tiempo), inclusive
tendría que poder vibrar de un rango de 268.8-524.4Hz para poder sostener una
escala de 1 octava. La cosa es no solo es si vibra entre este rango si no en
qué zonas y de qué manera. Si un Do nos
vibraría a 262.8hz aproximadamente, el problema sería si la tapa vibrara a 150Hz
o 200hz al pulsar la nota, se escucharía igual manera la nota pero esta no se
mantendría, es decir se escucharía la nota Do por que la transmite la cuerda,
pero no tendría potencia ni sustain, dígase, el periodo de la vibración de la
tapa vibraría diferente a la nota, estas chocarían y el sonido seria “frenado”.
Lo chistoso es algo que se cree que la tapa transmite las vibraciones, no solo
las transmite si no lo que escuchamos es el sonido de la tapa no solo el de las
cuerdas, las cuerdas solo transmite un movimiento y la tapa la transforma en
sonido, de allí el ejemplo de las guitarras eléctricas, no suenan no por que no
tengan espacio o cavidad acústica si no porque no hay una tapa que vibre a
diferentes longitudes, amplitudes y frecuencia.
Veamos una bocina, el pulso electromagnético de la
bobina produce sonido pero si tiene un cono pequeño esta suena menos no
escucharíamos los grabes por ejemplo, ya que lo que hace que suene “fuerte” una bocina no solo es lo potente de la bobina
si no que el cono vibre a la frecuencia que este le indique. Lo mismo es con la
tapa, la bobina es el puente y el cono es la tapa.
Bueno hasta ahora hemos visto dos ejes, la
percepción, la acústica y pasaremos a la balística.
Lo que nos indica la balística es a calcular la
dirección y trayectoria de un objeto en un tiempo y en un punto.
Como se dijo, nuestro objeto es el aire. La caja de
la guitarra tiene ciertas deficiencias en cuestión de “reflaxión”
del sonido, pero bien, eso da que suene a guitarra y no a balalaika, pero se
puede mejorar.
Podríamos verlo desde el flujo del aire. Imaginemos
la caja de la guitarra como un contenedor de agua. Cada nota que se toca seria
como una bala que sale, esta ocasionaría en efecto en todo el recipiente, al
primer rebote de la misma con el fondo de la guitarra, cambiaría su dirección y
regresaría a la tapa, al hacer esto cambiaría la frecuencia , por lo tanto no
sería eficiente. Yo lo llamo -se pavaner- al mecanismo y bracing que estoy
desarrollando que permite lograr aprovechar un poco mejor el sonido bajo estos
principios y que no re-afecte a la tapa.
No hay guitarra mala, si no percepción
figurada, hay guitarras para diferentes tipos de música.
Pareciese esto paradójico, entonces ¿qué tendríamos
que hacer para aprovechar mejor el dinamismo de las cuerdas, la vibración de la
tapa y la balística del sonido? La posible respuesta es que es necesario
comprender la zona en que vibran las notas, y cómo hacer que la tapa vibre de
la forma necesaria. Muy posiblemente los lauderos que tienen excelente
guitarras lo hagan sin darse cuenta lo que están haciendo, lo interesante es
como potencializar esto a un instrumento altamente eficiente.
El flamenco contemporáneo necesita una guitarra
versátil pero con el sabor antiguo, brillante, potente y con cuerpo (como
algunos lo refieren). Hoy la guitarra en general necesita una evolución, y
varios luthiers somos los que estamos en esta labor, habrá alguien que mantenga
la manera antigua de trabajar, y está bien, yo lo hago también, inclusive hay
clientes que piden sus guitarras hechas de manera antigua ya sea como mero
fetiche o como estar a Doc de la música que toque (ejemplo
renacentista) lo importante es producir guitarras con arte, que se
lleven algo del artesano. Existen artesanos que no saben nada de lo comentado y
aun así producen admirables guitarras, arduamente respetables, pero como es la
tendencia de la humanidad –aún se puede dar más-.
Como artesano, es difícil desprenderse de las
raíces, de las costumbres, de lo antiguo, los hijos de mis hijos tendrán otra
cultura a la mía de la cual tendremos que resignarnos a que esta cambie,
evolucione, se modifique.
Con la guitarra y el flamenco pasará esto ya que es
un fenómeno psicosocial que no se controla y que las nuevas generaciones
dictarán sus necesidades, espero que pueda yo cumplir con estas ya que mi
abuelo cumplió con las de su época. Es de igual gustosa manera barnizar tanto
con nitrocelulosa que con copal, goma laca y compuestos orgánicos, pegar con
acetatos, resinas epóxicas o simple cola de conejo. Poder conservar la
tradición para quien lo pida y otorgar “modernidad”
para quien lo quiera.
Por Oziel
Mendoza
Constructor Artesano de Guitarras
Colaborador Fundación Guitarra Flamenca
No hay comentarios:
Publicar un comentario